Besa el muro de tus hermanos.
Pasa la mano sobre las frentes frías que no volverán,
Roza el granito impostor de sus cenizas y huesos,
Escucha como retumban sus lágrimas,
Piensa en sus últimas palabras,
Cuando sus bocas se ahogaron con los héroes de la patria.
Fue el águila la que robo sus cuerpos;
Enganchó en sus garras y azotó sus cráneos sobre el suelo,
Expuso al frío y cavó pequeñas celdas sobre el muro,
Los empaquetó con la mentira y adornó con la inclemencia de los cardos.
Silbo con sus alas sobre los hermanos de los muertos.
Hijos del águila, boten el muro,
Junten sus fuerzas y golpeen sobre la roca dura y vertical,
Mánchenla con su sangre y resbalen hasta la muerte.
Amortajaremos sus cuerpos,
Acicalaremos sus plumas,
Lavaremos sus coágulos y serán entregados a sus madres.
Tal vez algún día, incluso, les perdonaremos.
JUAN DEL CAMINO
lunes, 12 de enero de 2009
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